El día que empezó todo

Cualquier día en la vida de nuestro viejo mundo ocurren millones de sucesos. Un número significativo de ellos tienen profundos efectos sobre las vidas de algunos de los millones de seres que poblamos la tierra. Pero sólo uno entre un billón de estos acontecimientos, casi siempre bajo un velo de inerme intrascendencia, marcará el futuro de la humanidad y de los demás seres de este planeta en su conjunto. Este insignificante fragmento de la red al que el destino te ha conducido alberga el germen de los hechos que están por llegar y que operarán sobre nuestro mundo la más profunda transformación.

LA MATRIZ. PARTE I

LA MATRIZ. PARTE I

El encuentro

Podría decirte que te comprendo, que sé como te sientes, que sé lo que has pasado y estás pasando, que se como ha sido tu vida desde el día mismo en que naciste ... Pero estaría mintiéndote. Es cierto que he experimentado parte del sufrimiento que tú has experimentado. Pero solo una fracción de él. Es cierto que han sido muchos más los momentos en que he deseado estar muerto que aquellos en los que he deseado estar vivo. Pero esos momentos de desesperación solo han sido una fracción de los
momentos en que tú has deseado estar muerto. Es cierto que la mayor parte de mis días en esta tierra he creído estar cumpliendo condena por algún pecado que ni siquiera recuerdo, pero esos días tan solo han sido una fracción de aquellos que tú lo has creído.

Podría decirte que hasta que fui acogido por la comunidad ingería dosis brutales de Cefalopán y que nunca había conocido a nadie a quien hubiesen prescrito si quiera la cuarta parte de la dosis que a mí me administraban, pero cuando te dijera la dosis que consumía retumbaría la tierra con tus carcajadas. Sé la dosis de Cefalopán que tomas porque eso es, precisamente, lo que nos ha conducido a tí. Como ya sabes, además de un paciente ejemplar (multiplicarían por 100 sus beneficios si todos fueramos como tú), para Tritiopharma eres un imprescindible sujeto de estudio por el grado insólito en que "El Síndrome" se manifiesta en tí y, dicho sea de paso, por el miedo que tendrán a que la palmes con la dosis de elefante que te dan. El caso es que el acceso (ejem, extraoficial) a las bases de datos de Tritiopharma nos permitió identificar a los sujetos raritos que tienen en observación, entre los cuales tú ocupas una posición "privilegiada".

Bromas aparte, de todo corazón me gustaría poder decirte que vengo a ayudarte, a librarte de tu tormento, a hacerte despertar de tu pesadilla. Pero desgraciadamente no es así. O al menos, no del todo. Vamos a ofrecerte la posibilidad de curarte de tu dolencia, la decisión está enteramente en tus manos. Pero te estaría ocultando información si no te dijera que es una oferta trampa y que al hacértela voy a colocarte en la más difícil de las disyuntivas.

Podría decirte que la fuerza es muy poderosa en tí, o que eres el elegido, pero solo te diré que tu tormento es la salvación de mucha gente, que tienes poder para aliviar el sufrimiento de miles de personas y salvar la vida de muchas otras, pero que asumir esa misión te obligaría a posponer, al menos, la curación del mal que te aqueja.

Sin embargo, no debes tomar la decisión ahora. Para obrar con conocimiento de causa antes debes conocer de primera mano aquello de lo que estoy hablándote y yo debo mostrártelo.

Las Esferas

Se que casi desde el mismo momento en que viniste al mundo has tenido el convencimiento de que el Creador, nuestro Dios, es un ser perverso que concibió la creación como un instrumento de tortura mediante el cual inflingir dolor a toda criatura viviente.

Se que no eres capaz de alcanzar a comprender qué acto atroz pudo cometer la mujer que aulla frente a nosotros, consumida por el dolor, al ver morir a su hijo en sus brazos.

Se que no eres capaz de entender por qué el mal se ensaña de forma tan cruel con toda esta gente.

Se que no eres capaz de vislumbrar, tan siquiera, la razón por la cual las decenas de miles de almas confinadas en este distrito merecen una tasa de mortalidad que quintuplica la media de la Federación y una esperanza de vida de 23 años.

Mira, la gente se pone en pie, ya llegan los servicios sanitarios. Los primeros de la fila probablemente lleven aquí toda la noche, haciendo cola por miedo a quedarse sin sus dosis de Cefalopán o Quimiolotil.

Pero has de saber, Neo, que el único pecado cometido por esta gente es haber nacido en el momento y el lugar inadecuados. Haber nacido en la pobreza más extrema... Y,  por encima de todo, el pecado que han cometido es vivir en esta ciénaga de muerte y desolación. Vivir en el distrito de las esferas.

Cuando estas pobres gentes acuden a Las Esferas en peregrinación, cuando llevan sus ofrendas a las esferas con la esperanza, en la mayor parte de los casos, de frenar el progreso de la Enfermedad en sus carnes, de impedir que la Enfermedad termine de devorarlos, no imaginan, ni remotamente, que aquellas a quienes rezan son el propio mal, son la razón de su fatal destino.

El atentado

BOOOOOOOM

¡Lo logramos Neo! ¡Lo logramos!

¿Qué hemos hecho? Los dioses nos castigarán por esto. Estamos condenados para toda la eternidad por lo que acabamos de hacer...

Neo, las esferas nada tienen que ver con los dioses, son infraestructuras de radar radomizadas. Estos radares tenían un alcance de varios miles de km a la redonda y una potencia tal que sus radiaciones convertían el área situada a algunas decenas de Km de ellos en freideros no aptos para la vida. Los cientos de miles de personas que agonizan en este cocedero inmundo, sin imaginar si quiera la causa de su desgracia, disfrutarán cuando menos de un periodo de descanso mientras la corporación
reemplaza la infraestructura destruida y, en el mejor de los casos, de un alivio definitivo, si deciden llevarse la estación a otro lugar.

A quién pueda interesar:

Hoy el mundo es un poco mejor que ayer. Mientras haya sangre en nuestras venas combatiremos el exterminio que la corporación, con la connivencia de los poderes públicos, está llevando a cabo con millones de personas a lo largo y ancho de la Federación por medio de instalaciones como la que hoy ha sido destruída.

Los Doce Monos

Neo

Pero ¿Qué quereis de mí? ¿Qué puedo aportar yo a la comunidad? No soy más que un enfermo...

Neo, esta estación era muy identificable, no hacían falta grandes aptitudes para localizarla. Pero existen decenas de miles de infraestructuras ocultas, dispositivos de las más variadas potencias y frecuencias de trabajo, acechando en cada rincón de la Federación. Y nadie mejor que tú puede ayudarnos a encontrarlas. Eres el más sensible instrumental de detección de campos electromagnéticos existente sobre la faz de este planeta.

Dedicatoria

Dedico este relato a todos los enfermos de Electrohipersensibilidad y de Sensibilidad Química Múltiple

EHS

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